Como Pedir Perdon A Un Hijo Adolescente

En el momento en que somos pequeños, una de las primeras cosas que nos enseñan nuestros progenitores es a pedir perdón cuando nos confundimos, es una regla de educación básica que implica una exhibe de respeto hacia la otra persona. No obstante, a medida que medramos nos desprendemos de esta práctica y nos volvemos poco a poco más reacios a excusarnos, por lo menos de forma franca y sin que medien los convencionalismos sociales. Para entender la relevancia de saber soliciar disculpas a los pequeños, pensemos por un instante, en todas y cada una de las ocasiones que alguien nos ha hecho daño, ofendido o mentido y no recibimos disculpa alguna por ese comportamiento. La sensación es dolorosa, no hay duda, y lo que es peor, frecuenta dejar una de esas fabricantes indelebles que ni el tiempo borra. Si hay algo que intentamos conseguir como progenitores, mamás o educadores es que los mucho más pequeños entiendan lo antes posible la relevancia de pedir perdón.

La falta de implicación, el miedo a ver dañada nuestra autoimagen o el pesimismo sobre la efectividad de la disculpa pueden evitar que aceptemos la compromiso de lo que hicimos. Todos deseamos que nuestros hijos sean respetuosos y educados, por eso debemos iniciar por nosotros mismos y predicar con el ejemplo. Si solicitamos perdón en el momento conveniente, aprenderán a aceptar tus excusas y a llevar a cabo lo mismo en el momento en que sean ellos quienes se equivoquen. Mamá la importancia de soliciar perdón reside en el bien que puedes hacer con dicha acción, tanto a ti misma como a quien has lastimado. En el momento en que se solicita perdón, la persona que lo realiza se siente liberada, sin culpas o remordimientos que cargar. La parte aludida siente consuelo y hasta se pone feliz de comprender lo mucho que le importa al otro.

Y todos por su parte, disponemos la obligación de admitir lo que hemos hecho mal para reparar esa situación. Soliciar perdón no significa abandonar lo que ocurría. Si tú deseas que tu hijo recoja, tendrá que agarrar. Si tu pareja y tú tenéis un problema, lo tendréis que solucionar.

Entender Pedir Perdón…Mucho Más Que Un “lo Siento”

Como humanos, cometemos muchos fallos pero lo importante es que sepan que tenemos la posibilidad de repararlos. Corregir es de sabios, dice el refrán; y para lograr hacerlo es requisito estudiar de él y modificar la actitud que te empuja a actuar de forma inadecuada. Eso te ayudará a ver los fallos como un elemento pedagógico, lo que no solo te aportará valiosas enseñanzas a ti sino asimismo a tus hijos. No tiene que ver con una pura formalidad sino de un acto con el que le aportas a tus hijos, entre otros aspectos, seguridad, confianza, reconforte, empatía y asertividad. Además de esto, los ayudas a integrar el perdón como herramienta personal.

Los niños aprenden por imitación conque, si queremos que sepan pedir perdón y excusas, tendremos que ofrecer ejemplo de ello en casa. Pedir perdón es homónimo de amor, porque si te disculpas es por el hecho de que te importan los sentimientos que hayas podido causar en la otra persona. Y el cariño más grande que tenemos como padres es hacia nuestros hijos, así que a ellos asimismo deberíamos pedir perdón.

No Perderás Autoridad

Hablar en primera persona nos deja transmitir a la otra persona que nos encontramos responsabilizándonos de lo ocurrido. En caso contrario, si usamos expresiones vagas o en general podemos dar la impresión de estar desentendiéndonos. No es exactamente lo mismo decir “lo que he hecho” que “lo que pasó”, por servirnos de un ejemplo.

Solo cuando la tengamos digerida va a ser el momento de charlar con los pequeños”. En el otro lado del fantasma se ubican los padres que solicitan perdón por todo o que lo hacen de manera errónea. A decir de los especialistas, sí, y es esencial estudiar a hacerlo de manera adecuada para no traspasar a las criaturas nuestros enfrentamientos internos.

Si Tu Hijo Hace Algo Mal Dile “no Te Dejo”

Disponemos una pluralidad de emociones que tienen dentro sentirnos frustrados, deseoso y preocupados”. La redactora de la web de Ser Padres está experta en temas de salud infantil, crianza, embarazo, psicología y educación, desarrollando la mayor parte de su carrera en Ser Progenitores y otros medios orientados al planeta educativo. Si enseñas a tu hijo a pedir perdón vas a estar formando a un hombre educado, al que amarán y valorarán; con esto le estarás otorgando nuevas herramientas para consolidar amistades. Apoyados en esta opinión cada día abundan cientos y cientos de humanos con pobreza de alma. Seres demasiado ególatras para padecer lo que a otros les sucede y medir la posible consecuencia que tendrán sus actos antes de cometerlos.

como pedir perdon a un hijo adolescente

Saber pedir disculpas a un niño de manera adecuada y eficaz necesita asimismo de cierta capacidad, sensibilidad e inteligencia. No basta solo con soliciar perdón, debemos llevarlo a cabo de la forma adecuada. “Lo que se dice se cumple” es una de las máximas que todos y cada uno de los pequeños llevan encima durante la niñez. De no llevarlo a cabo, tienes que pedir perdón instantaneamente y explicar que no volverá a suceder, aparte de los motivos. No obstante, es imprescindible que le inculques que no por el hecho de que sepa pedir perdón y lo realice cuando se confunde debe transformarse en la mansa paloma que todos molestan. Explica Casadó que lo más esencial a la hora de soliciar perdón es no dejar ingresar en juego a la culpa, pues esto nos puede conducir, más que a disculparnos, “a soliciar compasión a nuestro hijo, a fin de que nos perdone y de este modo obtener una liberación.

Reelaborar La Culpa

Esto quiere decir que, por más que nos esforcemos en realizar una solicitud de perdón franca y adecuada, esto no implica que la otra parte vaya a otorgar el perdón rápidamente. Esta parte puede generarnos dudas, en tanto que a veces no entendemos de qué manera llevar a cabo este cambio. Esto puede ocurrir, por servirnos de un ejemplo, cuando un individuo nos apunta visto que hemos usado una palabra o expresión ofensiva de manera desapercibida. Cuando solicitamos perdón la otra persona se sentirá mejor y eso siempre es bueno y necesario. Por el hecho de que al final, el confort del otro asimismo nos llega a nosotros y todos ganamos. [newline]Hacerles ver que todos cometemos fallos, enormes y pequeños.

Está bien admitir las propias emociones y asumir la culpa, pero estos autocastigos no aportan bastante. En verdad, muchas veces marchan en cierto grado para aliviar la propia vergüenza y culpa pero no sirven de nada a la otra persona. De ahí que lo esencial es que nos centremos en lo que hemos hecho y en las posibles maneras de mudar la situación a mejor. En ocasiones en vez de centrarnos en soliciar perdón focalizamos nuestros sacrificios en pasar por algo así como una “penitencia”. Esto pasa frecuentemente en privado, en el momento en que damos vueltas y vueltas a los pensamientos de culpa.