Así que Spencer Tracy es un cobarde porque, aunque se moría de ganas de irse con la Hepburn, «prometió que no abandonaría su casa en el momento en que supo que su hijo jamás podría decir papá». Pues nada, como afirma un comentarista anterior, «el que no abandona a su mujer y cuatro hijos por esa hermosa asesora que le hace ojitos» que se coloque el cuento. No es bonito vivir así, tampoco simple. Esperemos vivamos más libres de temor, más valientes, a fin de que la vida sea con la capacidad de alcanzarnos de pleno, o que al menos seamos capaces de cargar con nuestros propios temores y que no afecten bastante a los demás.
Hay un gran valor en hacerse cargo de nuestra propia cobardía. Stendhal mostró, con la hermosísima flor al filo del precipicio, la imagen más limpia del amor. Hay que ser valeroso para llegar hasta ella… No obstante, no ser un valiente no significa ser un cobarde; la naturaleza del corazón no es reservada sino continua, admite muchos matices. «El cariño espanta el temor y recíprocamente el miedo espanta al amor. Esto dejó escrito Aldous Huxley, en un párrafo bastante dostoievskiano. «Este es mi tiempo de intimidad.
El Valeroso Vive Hasta El Momento En Que El Cobarde Quiere Concepto
Que si el terror es imposible mitigar tampoco se puede apaciguar el cariño. Rick se queda en su barra, pidiendo que le disparen al corazón porque allí medra un vacío donde las balas naufragarán. Para no tener que detallarse a sí mismo su única cobardía, que es, además, la peor.
Para mí es muy reductor eso. Sin quizá, ese es el problema. Son molestos a la larga, lo que tienen los cobardes es que no comprenden del tiempo siempre centrados en su neurosis, pero siempre vuelven, siempre a destiempo. CASABLANCA es la vida, es la metáfora del adios sin decir adios. A Rick el mundo le importa un huevo y por so lucha en dos guerras civiles fuera de su país jugándose la vida??
Las Mejores Oraciones De Hombres Cobardes Y Mentirosos
Quizá el cobarde solo tiene miedo del dolor. Quizá todo parte de la absurda idea de que para no arriesgarse al seísmo de la pena es mejor no sentir. «Tengo tanto temor a perder aquello que amo que me niego a querer nada». Parece que es el intrépido el que sale tocado de esta farsa del amar sin amar.
Jonathan Safran Foer pone la oración en la boca de un hombre asustado que ni siquiera llega a confesar su pavor. Muchos años después, ese hombre sospecha que esas palabras habrían transformado lo irrealizable en viable, lo infeliz en feliz. Pero no las supo vocalizar. Le molestaba a Katharine Hepburn aquella anécdota que se contaba del día que se conocieron. Que ella le habría dicho a Tracy «soy bastante alta para usted». Se lo repetían en las entrevistas si bien lo negara con ese mohín de enfado aristocrático.
Son Tus Perjúmenes Mujer
Aquel pobre cobarde jamás se va a dejar. No vamos a terminar de comprender de dónde nace ese pavor diario. Ese temor que se nutre de las heridas que quiere denegar.
Querida Marta Fernández te invito a que mires Casablanca. Es una película extraordinaria. Se quedó en París, la París ocupada por los nazis esperando a ser detenido, encarcelado y quizá torturado. No quiso huir como el resto. Me resulta magnífico el texto.
540ABENÁMAR En balde el alma defiendo del fuego que adoro y sigo. Dícenme que Sol y Elvira, del Cid, 2 hijas doncellas, son, como los cielos hermosas.545ALVAR¿A qué blanco el moro tira? ABENÁMAR Más que entre el precioso arrebol de Elvira divina aurora, blandamente luce agora, Sol, su hermana, como el Sol.550ALVAR Ya que ¿qué me deseas decir siendo moro, en el momento en que es ella cristiana? ABENÁMARQue es Sol muy bella. Es intrépido el que teme lo que debe temerse, y no teme lo que no debe temerse. Siempre hay un espacio en las cimas para el hombre valiente y esforzado.
De ver la grave presencia del Cid; espanto me pone.BOTIJASi fueran moriscos, ¿qué hicieras? 685 Yo le afirmaré que has venido.MARTÍNAguárdate, necio, espera.BOTIJAYo me arrojo. ORDOÑOUn corito a hablarte llega; de lejas tierras parece.690CIDLlegue en buen hora.BOTIJAAsí sea. Hasta el momento en que el cobarde quiere. Con Valentín Trujillo, Beatriz Adriana, Carlos López Moctezuma, Arturo Martínez hijo (Cartel de la película). La excelencia ética es resultado del hábito.