Esto quiere decir que, por más que nos esforcemos en realizar una petición de perdón sincera y correcta, esto no implica que la otra sección vaya a otorgar el perdón rápidamente. Utilizar expresiones como “soy lo malo” o “no me merezco que me perdones” pueden sonar muy francas, pero no en todos los casos son funcionales. Está bien admitir las propias emociones y asumir la culpa, pero estos autocastigos no aportan bastante.
De hecho, pedir perdón es un acto admirable que refleja nuestra aptitud para admitir los errores y exhibe la intención de progresar o reparar el daño causado. Además de esto, disculparse asimismo se transforma en una oportunidad para expresar qué comprometidos nos encontramos con la otra persona y cuánto significa para nosotros. Sin embargo, a veces las buenas pretenciones no alcanzan, es requisito comprender de qué forma soliciar perdón.
Esta parte puede generarnos dudas, puesto que en ocasiones no sabemos de qué manera llevar a cabo este cambio. Esto puede ocurrir, por poner un ejemplo, cuando una persona nos señala dado que hemos utilizado una palabra o expresión ofensiva de manera inadvertida. De la misma manera que hemos de hablar en primera persona para asumir la responsabilidad, asimismo es fundamental que nombremos las acciones específicas que han podido causar daño.
“Si sentimos que hemos agraviado a alguien y eso nos duele, hemos sido capaces de ponernos en el sitio del otro”, arguye Daprá. Quien solicita perdón procura aliviar un daño infringido hacia otra persona, pero no está siempre y en todo momento relacionado a una reconciliación. “No significa dejar la búsqueda de la justicia, sino más bien hallar un estado de desahogo emocional que permitirá modificar los sentimientos hacia el ofensor”, manifiesta Portellano. Si has ofendido a un compañero de trabajo no está de más disculparte con un desayuno.
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Cuando nos planteamos la necesidad de pedir disculpas de forma honesta tenemos que añadir un compromiso de cambio. El cambio mínimo que tenemos la posibilidad de plantear es el ahínco de no regresar a reiterar la acción que ha dañado a la otra persona. Por eso, el paso inicial para pedir perdón consiste en evitar las disculpas falsas y asumir nuestra cuota de responsabilidad en el asunto. Si damos una disculpa franca, ya hemos paseo la mitad del camino hacia el perdón. Solicita el perdón, exprésate de forma breve introduciendo palabras de qué manera “lo siento”, “disculpa por”, “disculpa por”. Muestra tu arrepentimiento sin dramatizar o exagerar.
Quiero volver a cogerte de la mano para no soltarte en esta ocasión. Sé que la vida es dura y que habrá momentos de tensión y fracaso, momentos en los que nos gustaría no proseguir o cambiar de camino, pero déjame recorrerlos junto a ti. Sé que te he hecho daño, que te he desilusionado, pero vamos a intentarlo. Te respetaré y en el momento en que te sientas mal, empatizaré contigo. Me pondré en tu lugar, en todo cuanto has vivido, trataré de comprenderte.
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Pero además de utilizar esta percepción de conmuevas de los demás, pedir perdón requiere analizar la propia conducta. “También supone determinar un plan de acción, una solicitud explícita y una reparación del daño ocasionado”, sigue. Cuando se tienen dudas, descubrir si es requisito disculparse es simple por medio de la empatía.
Cometí el error mucho más grande de mi vida, he engañado a mi mejor amiga, en este momento ella se siente traicionada con toda razón y yo me siento como una estupida por haber mantenido una relación a ocultas con su pareja durante dos meses. No deseo perderla de mi vida y siento un vacío enorme. Llevo desde el momento en que le conté sobre la basura que hacía sin poder pensar en otra cosa que no sea en el daño tan grande que le he provocado y lo mal que está. Si pudieran asistirme les agradecería eternamente. Como afirmábamos antes, pedir perdón no es únicamente decir un “lo siento” y proseguir adelante tal y como si no hubiera pasado nada.
Andrea Martínez es diplomada en Psicología por la Universidad de Deusto. Tiene un Máster en Psicología Clínica Fundamentada en la Prueba por la Facultad Complutense de Madrid y Máster en Salud Sexual y Psicología Clínica por la Facultad Nacional de Educación a Distancia. Especialista en Terapias Contextuales (ACT, FAP y técnicas Mindfulness) por el Madrid Institute of Contextual Psychology. También se ha formado en Psicología Afirmativa en Diversidad Sexual y de Género por el Colegio Oficial de la Psicología de La capital española.
Son “habilidades” básicas que los progenitores y las mamás consideraban indispensables. ¿Cuál es la razón por la cual pedimos perdón de manera descomedida? Algunos especialistas aducen la inseguridad como una de las causas primordiales de este accionar. Otros, el deseo más o menos inconsciente de mostrarse como más amigables o menos demandantes. Ciertos charlan aun de que llevarlo a cabo es un síntoma de ansiedad. Varios estudios señalan que son más que nada las mujeres las que tienden a sufrir un exceso de “perdonitis”.
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Esto pasa en el momento en que alguien volvería a accionar de la misma forma. “En estas situaciones, el perdón llega pues hay una falta de comunicación, de capacidades sociales, de administración sensible y asertividad. Por servirnos de un ejemplo, si no soy asertivo, no sé serlo y tampoco permito que los demás lo sean, es muy fácil que se rompan los límites entre unos y otros y alguien se sienta agraviado”, indica la sicóloga.
De este modo, yo estoy seguro de que soy una buena persona, y de que te amo con mi corazón, por el hecho de que tú eres la mujer de mi vida, y sólo deseo hacerte feliz. Así, ten en cuenta que se vive sólo una vez, por este motivo, no debemos dejarnos asesorar por nuestros pésimos pensamientos; por contra, debemos de opinar en el cariño de nuestra vida, ya que si no lo hacemos, después podríamos arrepentirnos . Son tantos los días que te olvidé; tantas las ocasiones que te silenciaba, aunque me pidieras asistencia por dentro… Lo siento. Me cerré a ti, a mi, a nosotros hasta el momento en que no pude mucho más, hasta el momento en que mi pecho estalló de la presión que sentía y mi ánimo no recordaba de qué manera era eso de sentirse bien, tranquila y feliz. Todo va excelente, me encantaría que me vieses, soy otra persona, la evolución ha sido increíble. Mil gracias por asistirme en todo esto, sin tu ayuda estos adelantos igual no hubieran sido posibles.