¿por Qué Crees Que Escribió La Autora Esta Obra?

Su madre, la influyente filósofa y vanguardista del feminismo Mary Wollstonecraft, murió tras ofrecer a luz a Mary. La muerte de la madre, los hijos perdidos y no nacidos, el abandono que sintió en el momento en que era pequeña y el deseo de devolver a la vida a su madre y a su prole son el génesis de Frankenstein, una de las obras literarias mucho más importantes del siglo XIX. No comparte la iniciativa del individualismo romántico ni el político . La ciencia fue un factor muy importante en su obra. Por un lado, en ella, aparecen los adelantos científicos más esenciales del momento, pues recoge desde la erupción del volcán Tempora hasta los experimentos de Galvani, de Erasmo Darwin y los tratados de electricidad de Franklin. Por otra, recopila el trabajo de Aldani y sus ensayos de electricidad aplicados a cadáveres.

Y por esa razón considero Frankenstein como ciencia ficción. Una obra capaz forzarnos a meditar en problemas que aún no tenemos pero que no tardarán en llegar es ciencia ficción. Dudo bastante que Mary Shelley tuviese en cabeza en su temporada la importancia de la experimentación científica como elemento definitivo de su novela.

La personaje principal de Valenzuela triunfa precisamente porque en lugar de obedecer a su marido, le desobedece. El poder de charlar y tomar una situación está subrayado en el cuento por la dedicatoria a las Mamás de Plaza de Mayo. La novela no se publicó hasta dos años más tarde en 1818 y la misma autora la volvió a reescribir en los años 30, pero se convirtió, prácticamente desde el principio, en una ficción tan rupturista como soñadora y filosófica. Los alegatos del monstruo del joven estudiante de medicina Víctor Frankestein, que crea a un hombre juntando trozos de cadáveres, son dignos de ser leídos. Se estima que Shelley ha podido inspirarse en los ensayos con la electricidad y los muertos de Andrew Crosse, al que conocía, o en las investigaciones igualmente necrófilas del doctor Dippel en el Castillo de Frankenstein, en Alemania.

Thoughts On “frankenstein, ¿la Primera Novela De Ciencia Ficción?”

La cosa está en cuántos tópicos de CF incluye Frankenstein. Si esos tópicos son poco relevantes, pues es escasamente cf, en este momento, sí pesan de un modo determinante en la narración, como pienso que es la situacion, entonces, CF. También me parece importante ver el encontronazo que ha tenido más tarde en el género. Yo insisto en que Frankenstein toca de lleno un puñado de temáticas recurrentes en la CF posterior, y como el argumento –la excusa literaria- es descubiertamente CF, ya que CF.

Nominalmente va a ser científico, pero no es así ni el procedimiento que usa, ni la fuente de inspiración , ni el resultado, ni la inquietud… Como digo, es atrayente el punto que apunta Rudy, pero prosigo sin creer que la obra tenga un espíritu ciencia ficción. Que haya inspirado razonamientos ciencia ficción a cientos de autores es otra cosa (yo lo he llamado «novela precursora»). En verdad, sumergirse en las páginas de cualquier obra de ciencia ficción intentando encontrar ciencia me semeja llegar al género con ideas absolutamente erradas. Que haya ciencia «enserio» en ciertas obras del género, no implica que ésta sea necesaria para que la obra en concreto sea ciencia ficción. Indudablemente, Luisa Valenzuela se cuenta entre los escritores argentinos más aclamados a nivel internacional hoy en día.

Laura Alcoba Explica En “La Vivienda De Los Conejos” Su Infancia Y Clandestinidad

De México por el momento no huyó hasta su muerte en 2011, y admito que de estar viva, no hubiera cometido la osadía de investigar gráficamente su cuento. «Yo no pienso en concepto de explicación», insistía la artista. Soy crítica literaria desde hace tres quinquenios, al menos, y debo admitir que cada vez me cuesta mucho más hablar de libros que no me han dado gusto, no acabo de tener claro si me corresponde jugar ese papel. Si bien en el momento en que puedo permitirme el lujo de conocer a un nuevo autor y recomendarlo con entusiasmo sincero, merece la pena. Por eso, y por el hecho de que la emoción me interesa como ingrediente literario, las elijo. Drácula, de Stoker, forma parte de mi disco duro como lectora desde los quince años.

La escritora pide a la población “leer con reflexión” su artículo y cree que aporta “pistas a fin de que vean los delitos que se cometieron y que, a lo destacado, no han prescrito”. Chávez señala que “han utilizado expresiones para agredir, para desechar y desacreditar un libro que ha resultado incómodo y molesto”. La escritora afirma que el trabajo tras el libro “no fue de un día para otro”, sino que se apoya en hechos que ella veía y escribía en notas pequeñas que conservó. El artículo revela una presunta red de financiamiento ilícito en la que los operadores del mandatario político lograban dinero en efectivo para sus pretensiones electorales. La periodista escribió “El rey del cash” con base en los 18 años que pasó cerca de López Obrador siendo pareja de Yáñez, su entonces jefe de prensa.

La Verdadera Razón Por La Que Mary Shelley Escribió Frankenstein

Libro que no muerde, publicado en 1980, es una compilación de «microrrelatos» o breves narraciones humorísticas y que instan a pensar sobre diversos tópicos. El festejado volumen de cuentos de 1982, Cambio de armas, es su libro mucho más reconocido y analizado. Aquí articula la política sexual con la política estatal; las relaciones desparejas entre hombres y mujeres parecen llevar a resultados políticos y sociales injustos. El cuento «Cuarta versión» tiene relación a algunas de sus propias experiencias en la Argentina, en el momento en que salvaba activistas políticos que habían sido perseguidos y los ayudaba a conseguir asilo en embajadas para que después pudieran dejar el país. El cuento que da título al libro, «Cambio de armas» se centra en la tortura de una mujer sospechosa de ser subversiva. Asimismo de naturaleza precisamente política es su novela de 1983 Cola de lagartija, donde Valenzuela introduce en su ficción al personaje histórico del Rasputín argentino, José López Rega (asesor de Juan Perón).

Porque mientras escribes albergas la convicción de que ahí fuera hay leyentes que van a apreciar tu novela. La van a leer, van a entender su sentido, van a recrearse con el argumento y van a valorar la pericia que has probado para exponerlo. Paladearán las palabras que escribes y volverán la última página con un suspiro de reconocimiento hacia tu trabajo. Por excepcional que sea el tema de tu novela, por complicada que sea la trama, por complejo que sea la utilización del lenguaje siempre y en todo momento habrá un lector al que tu libro llegue e impacte. Y, como afirmábamos recientemente, quizás llegar a él sea mucho más una cuestión de marketing que de escritura.

Con frecuencia nuestros estudiantes nos confiesan que se temen que el lector no sea capaz de continuar el desarrollo de la acción. En otras ocasiones no nos lo confiesan, pero esa desconfianza hacia el lector se aprecia de forma manifiesta en el texto, que es sobreexplicativo o mojigato. Quizás la primera forma de mostrárselo sea no ofrecer por sentado que el lector no va a ver lo que tú debes decir solo porque no has escogido para llevarlo a cabo un razonamiento afín a los que están de tendencia en ese instante. Volvía a la Argentina de tanto mientras y, cuando lo hacía, tenía miedo de que me encarcelaran, no solo por el hecho de que lo que había anunciado sino pues tanto en la Argentina como en USA trabajaba para localizar asilo a la multitud perseguida por la dictadura. Y de repente me largué a aullar con los músicos; todos estábamos transfigurados, prácticamente como en trance. Vivencias como ésta me llevaron a centrarme en el otro lado de lo que llamamos realidad y a apreciar el saber inconsciente.

La autora se limitó a cambiar la fórmula con la que el rabino pone en marcha a la criatura sustituyendo la magia del alfabeto hebreo por sus misteriosas fórmulas. Este razonamiento ahora me semeja más interesante, pero en el caso de Frankenstein creo que es mucho más casual que intencionado. De ahí que la veo mucho más como fuente inspiradora que realmente una obra fundacional, aunque esto ya puede ser un tema de terminología.

La de un monstruo gigante construido de muchas pequeñas partes fallecidas. Antonio Guerrero Ruiz (Huelva, España, 1971) es graduado en filosofía y articulista de prensa. Pensamiento filosófico en la obra de Mary Shelly es su tercer libro y es la consecuencia de su trabajo fin de carrera bajo la dirección de Amelia Valcárcel. En la actualidad coopera con el diario Diario de Almería y con las revistas Quimera, Clarín y Calicanto, entre otros medios impresos. Participó en mucho más de una decena de antologías y obtuvo premios en algunos concursos literarios.