De esta forma, en buena parte de Hispanoamérica, coger es un vulgarismo para hacer el acto sexual, y concha lo es para vagina. Si se es leal al registro, sus equivalentes en la Península serían tener sexo y coño. Esos usos populares causan que en México se procuren eludir los derivados de coger (acoger, agarrar…), y en Argentina, si alguien se apellida De la Concha, pase apuros a la hora de decir su nombre. Ambas explicaciones son posibles, pero en todo caso el origen sería del mismo modo el insulto hispanoárabe hirr ummak.
Por usarla de manera repetida terminó abreviándose sencillamente a hirr, hirr, de donde probablemente salió el español harre, harre, que en el momento en que la H dejó de aspirarse se quedó en “arre, arre”. Si esta otra explicación fuera la adecuada, entonces el que no vendría de la terminación árabe, sino que sería propiamente el que reiterativo castellano, formando herre que herre sobre exactamente la misma estructura que dale que dale, expresando reiteración. El problema viene en el momento en que, en un mismo idioma, una palabra tiene un concepto distinto en dos dialectos.
El Director De La Real Academia Española Y Presidente De La Fundéurae, Premio Ceu Fernando Iii De Ciencias Jurídicas
Por tanto, los americanismos «la concha de tu madre» y «la concha de tu hermana» encuentran una equivalencia clara en el español de España. Cuando una palabra de un idioma se semeja a la de otro en la forma, pero no en el significado, hablamos de falsos amigos. El légume francés no es sólo nuestra legumbre, sino la verdura en general, y el verbo acostar-se catalán no guarda relación con irse a la cama, sino con arrimarse. Y yo diciéndole que no, que no habiâs sío tú, y él, jerre que jerre, que sí, y que sí, y dale.
Esta expresión procede probablemente del hispanoárabe, de la expresión mora hirr ummak , que literalmente significa lo mismo que el argentino “¡la concha de tu madre!”, por no poner lo que traduciríamos aquí en España. De esa expresión de sorpresa proviene asimismo nuestra expresión jerre que jerre. En el momento en que la aspiración de la H se perdió, en el estándar quedó como erre que erre (se confundió con el nombre de la letra R y dejó de escribirse la H). En Peraleda y el suroeste en general, donde la aspiración de la H no se perdió, quedó como jerre que jerre. Esta expresión procede del hispanoárabe, de la expresión mora hirr ummak , que literalmente significa lo mismo que el argentino la concha de tu madre(por no poner lo que traduciríamos aquí en España). Una variación de esta explicación afirma que los arrieros moros dedicaban ese insulto a sus mulas, de modo que cada vez que cada vez que una testaruda mula cargada dejaba de caminar o aminoraba el paso, le soltaban cabreados la lindeza de hirr ummak.
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Existe quien opina que es un expresión muy común ante una adversidad, que su contenido es dependiente del tono con el que se diga, que sirve para recriminar a uno mismo y que se usa con frecuencia. Otros, en cambio, lo califican como un insulto o un menosprecio. En una sanción reciente en el fútbol español se consideró como un menosprecio y fue castigado con 2 encuentros. La sanción de Mascherano depende de la consideración que dé el Comité de Competición de la expresión ‘la concha de tu madre’, como refleja el acta del colegiado Del Cerro Grande, o la “concha de tu hermana” como se deduce que ha dicho por otras imágenes de televisión.
Mascherano usó esa segunda locución, y tuvo la desgracia de que ya estemos muy al tanto de esa equivalencia. Por el contacto con Argentina y por multitud de anécdotas. Por servirnos de un ejemplo, la que ya se conoce del académico y presidente del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, cuyo nombre escriben los diarios de aquel país solamente como «Víctor García». Expresión que se utiliza cuando alguien insiste cabezota y porfiadamente de manera cansina. FundéuRAE es una fundación patrocinada por la Agencia Efe y la Real Academia Española, cuyo propósito es ayudar con el buen empleo del español en los medios y en Internet.
Bernarda Y La Concha Argentina
Lo mismo sucedió en varias zonas de América con «concha», que se creó para reemplazar a «coño» y acabó peor aún. © MMXXII – Los contenidos elaborados por FundéuRAE que se publican en esta web lo hacen bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported. Esto significa, para resumir, que se pueden compartir libremente, pero que se debe refererir la autoría.
En francés, todo se armoniza con «la coque de votre mère», en el momento en que en catalán se independiza con «la petxina de la teva mare». Los eufemismos que perviven terminan contaminándose con el significado al que acompañan. Por ejemplo, «nabo» fue un eufemismo de «pene», pero en este momento quizás suene peor incluso que la palabra malsonante a la que sustituía.
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Para ser un producto científico, le falta composición formal y claridad de ideas. Pero el mayor error es no incluir infografías, videos o fotografías. Cuando menos un boceto a fin de que los ávidos lectores captemos la profundidad del mensaje.